¡Aguas amig@s ! 5 razones por las que limpiarse los oídos con un cotonete es malo
Limpiar los oídos con cotonetes o hisopos es una práctica habitual, cuya finalidad es la de retirar la cera por temas de higiene en la persona.
La cera que se produce en los oídos es uno de los agentes naturales, que pese a su función protectora, es algo molesto y desagradable para muchas personas, por lo que se acostumbra a limpiarlos con cotonetes o hisopos, pero ¿sabías que esta práctica tiene algunos riesgos? conoce cuales son
Primero debes saber que la cera, también conocida como cerumen, se produce en unas glándulas especiales en el tercio externo del conducto auditivo, y su presencia no es muestra de suciedad o falta de higiene, pues lo que busca es unicamente proteger al oído .
Sí, así como lo lees, la cerilla tiene dos funciones importantes: la primera es que contiene sustancias químicas especiales que combaten las infecciones que podrían dañar la piel del interior del canal auditivo. Mientras que la segunda es que actúa como escudo entre el mundo exterior y el tímpano.
De esta forma atrapará e impedirá el ingreso del polvo, la suciedad, las bacterias, el agua, microorganismos y hasta pequeños objetos, por lo que evitará que penetren y causen daños permanentes al oído.
El exceso de cerumen podría causar síntomas como picazón, problemas de audición o una sensación de que el canal auditivo esté lleno, también podría haber secreción, olor y dolor de oído.
Por lo anterior, se acostumbra a hacer uso de cotonetes o hisopos para limpiar el oído y retirar la cerilla acumulada en el interior, pero lo que no saben es que usar ‘bastoncitos’ puede ser contraproducente para este órgano sensorial.
Con el objetivo de que entiendas los riesgos de limpiarse los oídos con un cotonete, te informamos 5 razones por las que es malo hacerlo.
Un tímpano perforado podría causar dolor agudo en el oído, drenaje, zumbido y hasta pérdida de la audición.
La suciedad, el polvo y los agentes externos se quedan pegados al cerumen del oído, por lo que de manera natural y continuada el órgano se va autolimpiando desde adentro hacia afuera.
Al masticar, mover la mandíbula y con el nacimiento de piel nueva, se mueve la cera vieja de adentro hacia fuera del oído, y después se descascarilla o cae durante el baño o ducha habitual.
Ya conoces las razones por las que es malo limpiarse los oídos con hisopos o cotonetes, te sugerimos que dejes que la naturaleza haga lo suyo y que la cera se elimine por sí sola.